Cuando miramos la pantalla parpadeamos menos de lo habitual, de manera que el lagrimal no se activa y el ojo se seca, explican los científicos. Los niños que usan el teléfono inteligente durante más de tres horas al día son mucho más propensos a sufrir el síndrome del ojo seco que los que hacen un uso más moderado del dispositivo. Lo revela un estudio de científicos coreanos publicado en la revista 'BMC Ophthalmology' . Este síndrome se presenta cuando el cuerpo no produce suficientes lágrimas , debido a lo cual los ojos se enrojecen y se irritan como si les hubiera entrado algo de arena. Por lo general, esta condición se diagnostica en personas mayores, pero es cada vez más común en personas más jóvenes e incluso en niños. Los teléfonos inteligentes son una de las razones principales del problema, ya que cuando miramos fijamente la pantalla parpadeamos menos y las lágrimas lavan el ojo menos de lo necesario, como resultado de lo cual el ojo se seca. Pa
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