Los robos poseen dos partes, una flotante y otra subacuática, y están dotados de paneles solares, equipos de comunicación y sensores de localización. Las compañías estadounidenses Liquid Robotics y Boeing han puesto a prueba con éxito cuatro robots flotantes SHARC, diseñados para detectar y perseguir submarinos. Estas embarcaciones autónomas fueron desplegadas cerca de la costa del norte de Escocia (Reino Unido) como parte de la demostración de tecnologías no tripuladas Unmanned Warrior que organizó la Armada británica durante dos semanas. Los SHARC trabajan de manera colectiva y dividen la superficie marítima en cuadrados. La parte flotante de cada robot está dotada de una antena de comunicación y paneles solares para alimentar sus propulsores eléctricos y recargar sus baterías, mientras que su sección subacuática va equipada con aletas e incluye sensores hidroacústicos para sondear la presencia de posibles elementos hostiles. Durante los ensayos, los SHARC lograro
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